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San Juan Chamula

La magia de su iglesia es lo que atrae a la mayoría de los que se acercan a esta pequeña población, a sólo 10 km de San Cristóbal de las Casas. Inmersa en el estado más enigmático de México (Estado de Chiapas), no deja indiferente a nadie. 

Los cursos de fotografía se pueden quedar aparcados por unas horas, en San Juan de Chamula está totalmente prohibido fotografiar o grabar cualquier manifestación religiosa y cuidado con sacar la cámara dentro de la iglesia, puede no salir intacta.

Para visitar la iglesia, primero hay que pagar una pequeña cantidad. La sensación que tienes al entrar es una mezcla de desconcierto y miedo. No hay luz eléctrica, las velas es la única iluminación que tiene el templo y aparecen repartidas por todo el conjunto. En las paredes, a izquierda y derecha, están colocados los santos a los que veneran. Ni un solo banco, a cambio el suelo está lleno de paja o de agujas de pino donde la gente se sienta a rezar y a beber. Toman una bebida alcohólica que ellos producen (posh), para no desfallecer en sus letanías y bebidas carbonatadas para poder eructar más fácilmente, para entrar en contacto con los espíritus de los santos o expulsar los malos espíritus de su interior. Hay varias explicaciones a este ritual.

De fondo suena un murmullo continuo y apagado, correspondiente a las oraciones de los devotos fieles. Entre la paja del suelo se pueden ver restos de gallinas (las sacrifican para ayudar en las sanaciones), botellas, huevos...Parece que todo tiene cabida aquí, cuando en realidad, forman parte de los rituales en sus oraciones. El manto vegetal que cubre el suelo junto con las velas, el fuerte olor a incienso y la mirada inquisitiva de los que velan porque nadie haga una foto en el interior, te hace no estar muy cómodo allí dentro. Es como si profanaras algo.

Al salir al exterior, el cambio de luz radical te ciega momentaneamente. En ese instante piensas si ha sido un sueño lo que acabas de vivir, pero no es así, se trata de San Juan Chamula en estado puro.

3 comentarios:

  1. Parece el escenario de una peli... en cualquier caso, cuando lo visite, procuraré que sea de día, porque salir de esa iglesia cuando haya anochecido sí que tiene que ser de película jajajajaja
    Sigue proponiendo destinos, que yo los voy apuntando.
    Besos

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  2. Experiencia entre irreal y algo aterradora en ocasiones, siendo un ritual que mezcla creencias ancetrales e impuesta, como una manera de no perder sus raices indigenas.

    Merece la pena conocerlo, curioso cuanto menos

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