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Parque Vigeland, un canto a la vida

Con más de un millón de visitas al año, el Parque Vigeland es uno de los mayores atractivos de Oslo. Se encuentra a tan solo 2km del centro de la ciudad, dando un paseo se puede llegar andando, aunque también nos acerca el tranvia nº12, en apenas unos minutos.


El parque es el resultado del trabajo de toda una vida del escultor Gustav Vigeland. Cuenta con más de 200 esculturas de bronce, granito y hierro forjado, convirtiéndolo en un gigantesco museo al aire libre.

En 1921 Vigeland y el Consistorio de Oslo llegaron a un acuerdo beneficioso para ambas partes. Se destruyó el edificio donde se encontraba el estudio del escultor para construir una biblioteca, a cambio, el Consistorio levantaría un nuevo edificio para Vigeland como vivienda y estudio. El escultor se comprometió a donar a la ciudad todo su trabajo.

Desde 1924 Gustav Vigeland se dedicó durante casi 20 años a la realización e instalación del área destinada a la exposición permanente de sus obras. Un hermoso conjunto de esculturas que simbolizan el ciclo vital del hombre, desde el nacimiento hasta la muerte.

Foto: Alfonso Navarro Táppero

El monolito es la pieza central del parque, un gran bloque de granito de unos 17m de altura esculpido con más de 100 figuras humanas desnudas y entrelazadas, que suben en espiral hacia el cielo de Oslo.

Una buena opción para visitar el parque, es dedicarle un par de horas, para poder visitarlo tranquilamente y dejarse llevar por la expresividad del conjunto.
 


Fontibre, la reaparición del Ebro

Un lugar mágico, escondido entre árboles.
En el municipio de Hermandad de Campoo de Suso, se encuentra Fontibre, un topónimo derivado del latín Fontes Iberis (fuentes del Ebro). Donde tradicionalmente se ha ubicado aquí el nacimiento del río Ebro, aunque un estudio de 1987 otorgan este nacimiento al río Híjar.


Realmente el río nace al pie del Pico Tres Mares, en Alto Campoo y recorre sus primeros veinte kilómetros como río Híjar. La mayor parte de este río desaparece bajo tierra y vuelve a aflorar en Fontibre, surgiendo bajo tierra a pequeños borbotones, dependiendo de la estación del año en que se visite.

El lugar ya aparece citado por Plinio el Viejo, como "un lugar cercano a Julióbriga" y en apariencia no hay signos de que haya cambiado mucho desde entonces. 

Hay un monumento que representa a la Virgen del Pilar de Zaragoza, sobre una columna que tiene labrados los escudos de las provincias que atraviesa el río. Desde esta perspectiva, puedes sentarte en la orilla e imaginar el largo recorrido que aún le queda al Ebro hasta su desembocadura en el Mediterráneo.